EL ETERNO FEMENINO SEGÚN GENER
Oh, germanes! es el fruto de una transición. El primer disco de Gener, El temps del llop (Mésdemil, 2014) fue prácticamente un disco en solitario de Carles Chiner. Pero cuando éste vio la luz, Gener ya era el grupo que es ahora, un quinteto en el que, además de Chiner (voz, guitarra, piano) están Enric Alepuz (batería, percusión, coros), César Castillo (guitarra, sintetizador, coros), Pasqual Rodrigo (bajo, coros) y Vicent Todolí (piano, teclados, coros). Así pues, si algo anuncia Oh, germanes! es que un proceso de transición ha concluido para la banda. Gener es un grupo que arregla, produce e interpreta las canciones que compone Chiner. Entre un álbum y otro ha habido una evolución natural. Los cinco músicos tocando en el local de ensayo, intercambiando energía e ideas. Se podría decir que Oh, germanes! tiene soul en sus venas, y sería cierto, pero también hay muchos más elementos dándole vida. Este álbum muestra las raíces y el presente de quiénes lo han hecho. Hay psicodelia mediterránea y psicodelia anglosajona. Es música pop cantada en valenciano, música que podría estar firmada por un grupo inglés, norteamericano, australiano, pero es de un quinteto valenciano.
Oh, germanes!, es un álbum hecho por cinco hombres homenajeando el universo femenino. Una obra en la que se habla de mujeres cercanas y lejanas, de madres, hermanas y compañeras, de artistas que han iluminado a los componentes del grupo. También celebra la capacidad de sentir y de expresar los sentimientos, de ejercitar una masculinidad que nunca será plena si no está en contacto con lo femenino. A través de estas canciones, Gener reflexionan sobre el modo en que los hombres aman y tratan a las mujeres, el modo en el que la vida surge del interior de cada una de ellas, los motivos por los que su presencia en nuestras vidas y en la vida resulta esencial. Las mujeres que les han enseñado a vivir y que les han descubierto poemas, canciones o simplemente la fuerza necesaria para poder seguir adelante. No hay más que escuchar a lo largo del disco las voces del grupo teatral Las Reinas Magas, formado por amigas, familiares y mentoras (Marta Chiner, Paloma Chiner, María José Peris, Ana Conca) para saber de qué estamos hablando.
La portada del pintor Alberto Beltrán es la antesala perfecta para esas canciones. Le dio forma a una lista de iconos, públicos y privados; la convirtió en un altar y lo fotografió para convertirlo en una luminosa portada que da la bienvenida al mundo de Oh, germanes!. El disco se grabó en el Puerto de Santa María, Cádiz, en el estudio de Paco Loco, que ejerció como productor. Cuando hicieron la lista de posibles productores, incluir su nombre les pareció un sueño más que otra cosa. Pero el sueño se transformó en una realidad. Viajaron al sur y llevaron a cabo su deseo de grabar con un músico admirado y hacerlo en directo y de manera analógica. Gener dicen que Paco entiende la música de manera natural, que incluso les sugirió arreglos que en algún momento ya habían pensado. Su intuición fue fundamental para que el álbum suene como lo hace, real y lleno de vida, reflejando la nobleza artística de la banda.
Las once canciones de Oh,germanes! son imprescindibles. Ninguna sobra. Ninguna dice menos que las otras. Todas son importantes en la descripción del universo que las ha inspirado. El canto espiritual de Vudú contra els senyors de la guerra, surge empapado de una negritud que recuerda a Nueva Orleans pero que a la vez sigue señalando al Mediterráneo; una plegaria inicial con unas gotas de locura psicodélica para conjurar algo tan masculino como es la guerra. Y también una declaración de intenciones desde el primer momento. Gener no son partidarios de las soflamas políticas en sus canciones. Su posicionamiento político o social sólo aparece filtrado a través de ellas. Hay compromiso, solidaridad y empatía, no hay sermones de ningún tipo. Gener se reconocen con más dudas que certezas. Como Sabato, creen que el arte puede abrir la puerta de las conciencias y como él, también creen que algo tan emocional como la música no es el mejor vehículo para hablar de ideologías.
El disco posee canciones que proceden de sentimientos muy personales y que en manos del grupo se convierten en algo universal; la sinceridad las hace vulnerables y la electricidad refuerza su poder. Qui t’estima y su ritmo a lo Motown; La gràcia que tens quan camines, un redescubrimiento del amor por la vida a través de la paternidad. La pérdida, expresada con la música justa, que contiene Bruixa bruixa (Al·leluia), reivindicación a su vez de los atributos femeninos que han sido utilizados para demonizar a la mujer. Les dones parte de un relato de Ray Bradbury pero cobró forma a partir de una conversación entre Carles y Enric sobre una problema sentimental de éste. El meu amor es diu Dolors, es abiertamente soul; su letra recurre a los antónimos para analizar la capacidad de determinación femenina. ¿Todavía no he mencionado el optimismo? Las canciones de este disco lo transmiten. Poseen una carga positiva que, incluso cuando parten de la tristeza, invitan a resistir, a sentir la vida, que es la única forma posible de plantarle cara al dolor.
La nit era un cavall fosc nace de un poema de Sylvia Plath, y gira en torno a su suicidio. Es también, como ocurre con casi todas sus composiciones, un tema de Gener que no parte de una influencia concreta. En A Eunice rinden tributo a Nina Simone, una mujer que, según dice Chiner
Oh, germanes! es el fruto de una transición. El primer disco de Gener, El temps del llop (Mésdemil, 2014) fue prácticamente un disco en solitario de Carles Chiner. Pero cuando éste vio la luz, Gener ya era el grupo que es ahora, un quinteto en el que, además de Chiner (voz, guitarra, piano) están Enric Alepuz (batería, percusión, coros), César Castillo (guitarra, sintetizador, coros), Pasqual Rodrigo (bajo, coros) y Vicent Todolí (piano, teclados, coros). Así pues, si algo anuncia Oh, germanes! es que un proceso de transición ha concluido para la banda. Gener es un grupo que arregla, produce e interpreta las canciones que compone Chiner. Entre un álbum y otro ha habido una evolución natural. Los cinco músicos tocando en el local de ensayo, intercambiando energía e ideas. Se podría decir que Oh, germanes! tiene soul en sus venas, y sería cierto, pero también hay muchos más elementos dándole vida. Este álbum muestra las raíces y el presente de quiénes lo han hecho. Hay psicodelia mediterránea y psicodelia anglosajona. Es música pop cantada en valenciano, música que podría estar firmada por un grupo inglés, norteamericano, australiano, pero es de un quinteto valenciano.
Oh, germanes!, es un álbum hecho por cinco hombres homenajeando el universo femenino. Una obra en la que se habla de mujeres cercanas y lejanas, de madres, hermanas y compañeras, de artistas que han iluminado a los componentes del grupo. También celebra la capacidad de sentir y de expresar los sentimientos, de ejercitar una masculinidad que nunca será plena si no está en contacto con lo femenino. A través de estas canciones, Gener reflexionan sobre el modo en que los hombres aman y tratan a las mujeres, el modo en el que la vida surge del interior de cada una de ellas, los motivos por los que su presencia en nuestras vidas y en la vida resulta esencial. Las mujeres que les han enseñado a vivir y que les han descubierto poemas, canciones o simplemente la fuerza necesaria para poder seguir adelante. No hay más que escuchar a lo largo del disco las voces del grupo teatral Las Reinas Magas, formado por amigas, familiares y mentoras (Marta Chiner, Paloma Chiner, María José Peris, Ana Conca) para saber de qué estamos hablando.
La portada del pintor Alberto Beltrán es la antesala perfecta para esas canciones. Le dio forma a una lista de iconos, públicos y privados; la convirtió en un altar y lo fotografió para convertirlo en una luminosa portada que da la bienvenida al mundo de Oh, germanes!. El disco se grabó en el Puerto de Santa María, Cádiz, en el estudio de Paco Loco, que ejerció como productor. Cuando hicieron la lista de posibles productores, incluir su nombre les pareció un sueño más que otra cosa. Pero el sueño se transformó en una realidad. Viajaron al sur y llevaron a cabo su deseo de grabar con un músico admirado y hacerlo en directo y de manera analógica. Gener dicen que Paco entiende la música de manera natural, que incluso les sugirió arreglos que en algún momento ya habían pensado. Su intuición fue fundamental para que el álbum suene como lo hace, real y lleno de vida, reflejando la nobleza artística de la banda.
Las once canciones de Oh,germanes! son imprescindibles. Ninguna sobra. Ninguna dice menos que las otras. Todas son importantes en la descripción del universo que las ha inspirado. El canto espiritual de Vudú contra els senyors de la guerra, surge empapado de una negritud que recuerda a Nueva Orleans pero que a la vez sigue señalando al Mediterráneo; una plegaria inicial con unas gotas de locura psicodélica para conjurar algo tan masculino como es la guerra. Y también una declaración de intenciones desde el primer momento. Gener no son partidarios de las soflamas políticas en sus canciones. Su posicionamiento político o social sólo aparece filtrado a través de ellas. Hay compromiso, solidaridad y empatía, no hay sermones de ningún tipo. Gener se reconocen con más dudas que certezas. Como Sabato, creen que el arte puede abrir la puerta de las conciencias y como él, también creen que algo tan emocional como la música no es el mejor vehículo para hablar de ideologías.
El disco posee canciones que proceden de sentimientos muy personales y que en manos del grupo se convierten en algo universal; la sinceridad las hace vulnerables y la electricidad refuerza su poder. Qui t’estima y su ritmo a lo Motown; La gràcia que tens quan camines, un redescubrimiento del amor por la vida a través de la paternidad. La pérdida, expresada con la música justa, que contiene Bruixa bruixa (Al·leluia), reivindicación a su vez de los atributos femeninos que han sido utilizados para demonizar a la mujer. Les dones parte de un relato de Ray Bradbury pero cobró forma a partir de una conversación entre Carles y Enric sobre una problema sentimental de éste. El meu amor es diu Dolors, es abiertamente soul; su letra recurre a los antónimos para analizar la capacidad de determinación femenina. ¿Todavía no he mencionado el optimismo? Las canciones de este disco lo transmiten. Poseen una carga positiva que, incluso cuando parten de la tristeza, invitan a resistir, a sentir la vida, que es la única forma posible de plantarle cara al dolor.
La nit era un cavall fosc nace de un poema de Sylvia Plath, y gira en torno a su suicidio. Es también, como ocurre con casi todas sus composiciones, un tema de Gener que no parte de una influencia concreta. En A Eunice rinden tributo a Nina Simone, una mujer que, según dice Chiner
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Entrada anticipada general 15€ en:
Apertura de puertas: 21:00h.